lunes, 19 de julio de 2010

Michael Corleonne


El personaje de Michael Corleone, protagonista en la triología del Padrino, es un personaje victima de sí mismo.
Pocos pueden decir que tengan ganas de ver el Padrino 3. El filme no está logrado, y no aparenta tener un interés especial. Pero hay una escena que justifica el haberlo realizado. El filme cumple un único propósito: mostrar el final de Michael Corleone. Personaje adorado por la forma como pasa de ser un héroe de guerra a un asesino mafioso para vengar el intento de asesinato de su padre. Ya el Padrino 2, nos mostró un Michael Corleone perdido, que en silencio recorre la distancia de la cocina que le separa de su ex mujer para, al llegar a ella, cerrarle la puerta en la cara, y que finaliza con la muerte por "leve" traición de su hermano, eso sí, sólo después de que falleciese la madre.
El Padrino 3 carece de ritmo, y no es una buena historia de gansters a pesar de que se tocan los intereses económicos del Vaticano y de las seguradoras italianas, además de la muerte del Papa. Pero no carece de interés. La historia nos muestra a un Michael que convierte sus negocios en legítimos, y que intenta alejarse de la vida en la que entró en su momento para defender a su familia. Pero su pasado pudo con él. Después de varios intentos por acercarse a quien había sido su mujer, y a sus hijos, logrando algunos buenos resultados, el filme finaliza con la muerte de su hija, y con ella, muere cualquier intento de recuperar lo que hubiese sido una otra vida en su momento para Michael. Michael muere, sino estaba muerto ya, al ver morir a su hija.
Al Pacino dijo un día que sólo había hecho 4 o 5 buenas películas. Diría que los dos primeros Padrinos, Scarface, Dogday Afternoon, y también Sérpico. Pero esta última escena, con ese grito sin necesidad de que se oiga, un grito sin voz, sin sonido, que logra llamar la atención de todos, es uno de los momentos más logrados. La dimensión de Michael Corleone y su trayecto vital se completa con ese grito.
Anexo el clip aquí, infelizmente en italiano, pero que no retira el propósito de la escena.